Nos libero de tus culpas, de la bondad del desapego, de las amarguras hondas y de la nostalgia obligada. Todos los días me sigues doliendo, dentro de un rincón oscuro de la conciencia coronaria y para eso me receto remedios metafísicos, brebajes de aire y pócimas de fuego. Me he quemado siempre sin curarme y los dolores de la agonía me hacían envidiarte.

Nos libero de la pérdida, de la incongruencia, de la constancia de la vida sorda. Veo de lejos tus ojos ajenos y me parecen irreconciliables con el mundo y sus devastaciones. La tragedia es siempre necesaria para…

Mi pasado se hace tuyo lentamente, como una impresión que va cambiando de blanco y negro a los colores brillantes que compartimos en amaneceres de historias sin leyenda, de heridas sin mentira, de anhelos desinteresados y amor de ojos abiertos.

Mis verdades se han vuelto necesarias y expongo mis cicatrices sin descanso; entonces te vuelves un bálsamo expansivo de optimismo y sangre coagulada y nos hacemos más fuertes que la vida, en un lugar donde el tiempo no existe.

Te quiero porque eres dura y fresca, como una caída de agua, que se clava en las entrañas de la tierra,…

Qué será la delicia de no amar y el sufrimiento delirante de no pertenecer, qué será la locura ciega de una vida tranquila y el dolor absoluto de estar solo, qué será el cordial abandono en brazos de nadie, en camas vacías, qué será de lo desconocido, de la soledad sin nombre, de la ausencia seca y fría, del olvido, de labios que no se abren para pronunciar ningún nombre, de extraños y nada más, la nada del no amor.
Cómo será una existencia sutil, tranquila, incapaz de celos, amargura y enojos vanos que terminan siempre en cuerpos calientes que…

Tus pies son seda y hierro de todas mis fantasías, caminas de aquí para allá, cargando tus recuerdos y los míos, ajena y misteriosa, sobre flores de colores que van hacia las estrellas.
Tu sombra hambrienta se divide en cariños pequeños y en amores muertos, se vuelve ciega y muda, detrás de mil barreras y yo me quedo afuera de nuestras intenciones.
Mis pasos vagabundos, cansados de las pérdidas, me llevan por desiertos y magia de una noche, ojos que no se cierran nunca ante las mentiras, que no respiran calma ni ven la luz del sol.
Mi sombra sin…

Desperté con miedo a perderte, en la hosca oquedad de mis silencios, en las grutas de mi soledad profunda, dejándote para siempre fuera de los muros infranqueables de mi mente.
Entonces me golpeaba la verdad, como un martillo de hielo y yo ya no me encontraba en este mundo físico, sino volaba para siempre entre la niebla del pasado, con grumos de sangre en la garganta y las manos entumidas.
Mis pensamientos se volvían sueños para siempre y ya no era consciente, porque no podía realizar ningún acto. Era una mente con cuerpo descompuesto y me volvía peor que antes,…

En las cimas de la desesperación existe un árbol con corteza ensangrentada y raíces duras como espadas. Existe y no crece, el viento no mueve sus ramas ni aúlla en su follaje, donde no hay cantos ni glorias antiguas. El frío congela su tronco osco y podrido, sin que el tiempo ancestral haga estragos en la memoria de sus anillos.
En las cimas de la desesperación existe también un árbol, con el tronco lleno de flores perfumadas. El césped bajo su sombra, crece verde y tupido. Sus raíces olorosas fertilizan algún suelo lejano, pues crecen hacia el infinito del mañana.…

Soñé que me amabas y eras como una sombra, lejana y borrosa, desdibujada por tus besos, por tus manos fuego que lo consumen todo, que nos acercan, sin desearlo, hacia la nada.
Soñé que me elegías entre la raza humana, para copular con tus caprichos y tus mejores sueños, que podía tomar tus miedos entre mis puños y convertirlos a fuerza, en oro y alpiste.
Y yo era el tiempo y tú la tierra, tocándonos siempre, forjando mil instantes, de locura acompañada y de calma silenciosa, de cuentos nocturnos y risas compartidas.
Soñé que éramos dos y tres y cinco…

Montañas, huesos de dinosaurios que nos protegen unos a otros de los discos ajenos y las discordias internas, montañas anquilosadas, sedosas, interesadas en el interior de nuestras fuerzas, montes de Venus que se reproducen antes de que lleguemos a tocarlos, en distancia de fuertes vibraciones, en instancias y antesalas empíricas de héroes en precipicios, cayendo siempre hacia alguna parte que ni reconocemos ni queremos entregar, como si la arrancaran de la profundidad de nuestro cuerpo, como corazones arañados por uñas que antes se marcaron en nuestra espalda. Antes, siempre antes de tiempo, para que no podamos arrepentirnos ni de las…

Utilicen correctamente las palabras "porque", "por que", "por qué" y "porqué"
¡No son universales!

-Porqué: Es un sustantivo, sinónimo de ‘causa’, ‘motivo’ o "razón".
Ejemplo:
No quiero saber el porqué de tu enfado.

-Por qué: Es la combinación de la preposición por y el interrogativo qué.
Ejemplo:
¿Por qué has venido?

-Por que: Secuencia formada por la preposición por y el pronombre relativo (que); equivale a: por el cual, por la cual, por los cuales o por las cuales.
Ejemplo:
Estos son los motivos por que he querido venir.

Porque: Conjunción causal (o final). Es átona, por lo que no…

Mi corazón se despelleja al ritmo de un tambor occidental. Allá, lejos, en una tierra desconocida de selvas calientes y húmedas, hombres y mujeres desnudos cantan en lenguaje gutural, gritan y se rozan con otros cuerpos sudorosos. Una antorcha arde en llamas rojas. Un río se desborda por uno de sus cauces en la distancia y parece salpicar la piel tostada de todos.
La tribu se aleja de la seguridad, internándose más en la selva. Todo es negro y rojo, tostado y sangriento, incluso la calma de sus ojos tan negros como la noche y tan serenos como la luna.…