Quinta-feira 15 Out 2009, 0h:00
……¿Quién le dedica tantos años a algo que, en sentido estricto, no existe? Un historiador, con toda probabilidad. Un investigador, ciertamente. Un obsesionador, sería la respuesta correcta. suelo estar de acuerdo con los que piensan que los libros verdaderos -el arte verdadero- está hecho de esto: un puñado de pequeñas obsesiones sociales del lenguaje, una forma compartible. Cualquiera que haya participado en los rituales sagrados de la religión o en la experiencia súbita del amor sabe, en esto confío, que una forma puede ser compartida sin tener que ser, por necesidad, clarificada, es decir, entendida racional o intelectualmente. Uno puede…