Quinta-feira 25 Out 2007, 21h:06
Wed 24 Oct – Arctic Monkeys, Bicicletas
No sé muy bien cómo empezar esto, pero más me vale empezar ahora o algunos de los detalles que todavía me quedan podrían llegar a perderse.
Ya desde el momento que nos enteramos que iban a venir y pudimos adquirir nuestra entrada, supimos que íbamos a presenciar algo alucinante. Aquí viene el relato desde mi punto de vista.
15.30 horas, salí de casa con mi hermano, para encontrarnos a las 4 con la demás gente que iba a venir. Así fue, y en el colectivo y el subte, comenzamos a palpitar lo que iba a empezar a escribirse en nuestras memorias desde las 21.30. Sí, nueve y media de la noche. Pensaba que la espera iba a resultarnos interminable, pero cuando se abrieron las puertas a las 19, parecía aún muy pronto. Padecí mucho más esa horita que tardamos en ingresar.
Adentro, la mayoría ya estaba ubicada, presionando en el medio. Allí fuimos también nosotros, encontrándonos con una banda de ingleses pasaditos de copas que gritaban cánticos que parecían de football, alrededor todos los aplaúdiamos sin entender ni media palabra de lo que decían. 20.20 aproximadamente, entró la banda soporte, "Bicicletas". Algunos se sabían las lastimosas letras, como diría mi abuela, "algo de no creer". Tal vez la música en sí no era tan desastrosa, pero eran la voz y lo que ésta anunciaba lo que hacían desear que los muchachos agarrasen los instrumentos y se fueran. Sucedió recién a las 21. Fue entonces cuando los empujones empezaron, aunque todavía faltaba media hora. Yo, debido a mi escasa estatura, no podía ver nada. Me estaban matando realmente, estaba transpirando más que nunca en mi vida, estaba experimentando por primera vez lo que era estar en "el pogo". No me importaba.
21.40, ruidos y gritos prolongados. Estaban entrando. Sí, ellos, "Lo' Mono'" (como les gritaba el público). Alex con su característico corte de pelo, Jamie con sus cachetes eternamente colorados, y Matt y Nick, quienes mantienen un perfil más bajo pero le ponen el ritmo a toda su música. Obviamente toda esta entrada yo no la pude apreciar porque estaba sumergida en un mar de personas más altas que yo. Comenzaron a tocar, un instrumental que luego me fui a enterar, se llama Wagon On The Way To The Stripey Tent. Luego vino la genial This House Is A Circus, provocando el delirio de las masas y mi aplastamiento hasta que decidí salir del medio del quilombo (y fue más difícil que entrar). A continuación aprecié Brianstorm subida a los hombros de uno de mis acompañantes. Still Take You Home, que es una de mis favoritas, sonó cuando yo estaba ubicada en donde iba a permanecer disfrutando el resto del show con mi hermano. Seguidito Dancing Shoes! Siempre amé esa canción y escucharla en vivo fue tremendo. Siguiendo la tanda de TE-MA-ZOS, vino From The Ritz To The Rubble. Y cuando se eschuraron los primeros acordes de Fake Tales Of San Francisco, el Luna se vino abajo. Saltábamos y gritábamos todos a más no poder, también un tipo medio drogado casi se desmaya adelante mío. Pero no viene al tema, creo. Balaclava y Old Yellow Bricks siguieron, como para mantener alta la adrenalina que se elevó a niveles inimagibales con I Bet You Look Good On The Dancefloor . ¡Cómo suenan estos muchachos, por favor! El batero Matt va a quedar en la historia. Cosa de seguir bailando, tres de los mejores temas de Favourite Worst Nightmare, en seguidilla. Flourescent Adolescent (hit total), Teddy Picker que combinado como estuvo con D Is For Dangerous es algo incomparable. Son temas que resaltan por su originalidad y la adicción que producen. Aquí resaltó el bajista, Nick. Después de este bloque de descontrol total, aprovecharon para presentar un nuevo tema, llamado The Nettles. Sonó bien. Parece que siguen inspirados, ja, terrible. Do Me A Favour fue, junto con If You Were There, Beware , lo más calmado del espectáculo. Y eso es mucho decir, ya que ambas tienen un momento totalmente punk. The View From The Afternoon, es definitivamente un destacado de los Monos. Y en mi opinión tendría que haber sido el opener del recital, pero aún así lo disfruté al cien porciento. Leave Before The Lights Come On, la única que no está en ninguno de los álbunes oficiales (además de The Nettles) pero que es igual de popular y perfecta que las demás. Un ambiente particularmente lindo se formó con esta canción. Apenas Alex dio inicio a la lírica de When The Sun Goes Down, me convencí de que iba a ser el mejor tema del show. Y lo fue. Cómo cantamos, sentía que nos uníamos todos en ese "'CAUSE HE'S A SCUMBAG DON'T YOU KNOW!!!" que Alex retrasó tomando un poco de agua y haciéndose el distraído. En el pobre audio que pude grabar, se escucha perfectamente este episodio. Increíble. Jamás me hubiese imaginado que después iba a venir A Certain Romance y todo iba a terminar. La gente enloqueció, y no era para menos, ya que la canción es directamente un himno. Emotivo, relamente. Terminaron y se fueron, sin comentarios. Es que ellos son así, entregan su incomparable música, pero no se entregan ellos. Apenas hablaron, y en un acento tan cerrado que muy pocos pudieron entender lo que decían. Mandaron también un par de "Thank you"s y "Fuck you"s que casi no se podían distiguir entre sí, je.
Cuando salimos ya no podía creerlo, que ya hubiese pasado, tan rápido. Eran las 23.10. Tocaron una hora y media, sí, pero fue conciso y altamente disfrutable. Quedé enamoradísima de ellos, todavía más que antes, arrepintiéndome de no haber ido al hotel para sacarme fotos con ellos y esas estupideces. Me hubiese gustado estar más adelante. La próxima vez, prometo meter codazos hasta llegar a la valla, y encadenarme ahí.